En el marco del proyecto «Colaboración e intercambio de experiencias en el desarrollo de iniciativas de economía circular entre Perú y Uruguay – Circular DEK» se llevarán a cabo acciones clave para fortalecer el conocimiento y la adopción de mecanismos e incentivos que faciliten la transición hacia una economía circular (EC) en las mipyme, con un enfoque especial en aquellas lideradas por mujeres.
Este esfuerzo es liderado por el Programa Nacional de Desarrollo Tecnológico e Innovación – ProInnóvate en Perú y la Agencia Nacional de Desarrollo – ANDE en Uruguay, con el apoyo de la cooperación alemana para el desarrollo, implementada por la GIZ. Cabe señalar que este proyecto tiene como antecedente y aliado en la ejecución al proyecto “Economía circular para un desarrollo urbano amigable con el clima – KLW”, cuya contraparte política es el Ministerio de la Producción.
Para lograr su objetivo, el proyecto trabajará en tres líneas de acción: i) transferencia de conocimiento y desarrollo conjunto de metodologías para impulsar la transición circular de las mipymes; ii) facilitar el acceso de las mipymes a las herramientas de economía circular (EC) a través de herramientas digitales; y, iii) fomentar acciones concretas alineadas con la EC en mipyme, a través de mentorías circulares.
Entre las metodologías conjuntas que se están desarrollando se encuentra una asesoría en investment readiness para 30 empresas en edad temprana (startups) que tengan un producto/servicio y/o modelo de negocio circular. Ello consiste en tres talleres preparatorios, uno por semana, para dotar a las empresas de las herramientas adecuadas para atraer inversiones mediante presentaciones efectivas ante inversionistas ángeles y fondos de impacto. La asesoría culminará con un demo day el 15 de octubre en el Foro Internacional de Economía Circular, donde las 10 empresas finalistas de los talleres tendrán la oportunidad de presentar sus proyectos ante inversionistas.
El proyecto Circular DEK destaca por facilitar el aprendizaje mutuo entre Perú y Uruguay, permitiendo la adaptación de estrategias exitosas a contextos específicos. Además, impulsa la innovación y la mejora continua, fomentando la creación de modelos más eficientes y sostenibles. A través de este entorno de cooperación, se fortalecen las capacidades institucionales en ambos países, abarcando la formación de personal y mejora de herramientas digitales.
Este proyecto es un claro ejemplo de cómo la cooperación internacional puede fomentar la economía circular en las mipyme, ofreciendo herramientas prácticas y oportunidades de crecimiento que no solo fortalecerán a las empresas participantes, sino que también contribuirán al desarrollo sostenible de los países involucrados.